17 Feb 2025 - 16:00 UTC
El telescopio Webb descubre un fenómeno inesperado en la formación estelar
Las observaciones más recientes del telescopio espacial James Webb han revelado un fenómeno inesperado en el cúmulo de galaxias Phoenix, ubicado a 5.800 millones de años luz de la Tierra. Este cúmulo, conocido por albergar un agujero negro supermasivo, está generando estrellas a una velocidad que desafía las teorías establecidas. Normalmente, estos agujeros negros calientan el gas circundante, impidiendo la formación de nuevas estrellas, pero los datos de Webb han revelado flujos de gas refrigerante que están alimentando un proceso de nacimiento estelar.
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El descubrimiento, publicado en la revista Nature, proporciona un mapa detallado del gas que se enfría dentro del cúmulo Phoenix. Este gas, en lugar de dispersarse por la intensa radiación del agujero negro, ha conseguido enfriarse lo suficiente como para desencadenar la formación de estrellas. Para los astrónomos, esta anomalía representa un desafío a los modelos actuales de evolución de los cúmulos de galaxias.
Michael McDonald, astrofísico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y autor principal del estudio, comparó esta situación con una pista de esquí donde más personas llegan a la cima que las que bajan a la base. Hasta ahora, las observaciones habían mostrado tasas de enfriamiento inconsistentes en distintas temperaturas, lo que sugiere que se estaba pasando por alto un elemento crucial del proceso.
El telescopio Webb ha logrado identificar la presencia de un gas de temperatura intermedia, alrededor de 540.000 grados Fahrenheit, que desempeña un papel vital en la formación estelar. Utilizando su instrumento de infrarrojo medio (MIRI), Webb detectó emisiones de neón VI, una firma química que antes no había sido visible. Estos nuevos datos han resuelto inconsistencias de estudios previos y ofrecen una herramienta clave para examinar cúmulos de galaxias similares.
Según Michael Reefe, investigador del MIT y coautor del estudio, la alta sensibilidad del telescopio Webb permitió detectar estas emisiones débiles pero cruciales. “Ahora podemos ver claramente cómo se comporta el gas a temperaturas intermedias, lo que nos da una imagen más completa de los procesos que impulsan la formación estelar en cúmulos de galaxias”, explicó.
Este hallazgo no solo tiene implicaciones para el cúmulo Phoenix, sino que abre la posibilidad de que existan procesos similares en otras regiones del universo. Los científicos esperan aplicar las metodologías desarrolladas con Webb para estudiar otros cúmulos de galaxias y comprender mejor la dinámica del enfriamiento del gas y su relación con la formación de estrellas.
El telescopio espacial James Webb sigue desempeñando un papel clave en la exploración del cosmos. Gracias a su capacidad para observar en longitudes de onda infrarrojas, continúa desvelando fenómenos que antes eran invisibles para la astronomía. Con estos nuevos hallazgos, los astrónomos se acercan a responder una de las grandes preguntas de la astrofísica: ¿cómo evolucionan los cúmulos de galaxias y qué factores influyen en la formación de estrellas a gran escala?
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