Publicado: 26 feb. 2025
La NASA lanza el telescopio EZIE para estudiar las corrientes magnéticas de las auroras terrestres
La NASA ha lanzado con éxito la misión EZIE (Electrojet Zeeman Imaging Explorer), diseñada para estudiar las potentes corrientes eléctricas conocidas como electrochorros aurorales. Estos flujos, capaces de generar perturbaciones magnéticas y cortes de energía, desempeñan un papel clave en el clima espacial. Con esta misión, la agencia espera mejorar las predicciones y mitigar los efectos del clima espacial en la Tierra.
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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Los electrochorros aurorales son corrientes eléctricas que fluyen alrededor de los polos terrestres durante la aparición de auroras, transportando hasta un millón de amperios por segundo. Estas corrientes pueden provocar perturbaciones magnéticas significativas, afectando infraestructuras eléctricas y poniendo en riesgo a satélites y astronautas. La misión EZIE permitirá comprender mejor su dinámica y evolución, ofreciendo datos clave para anticipar y mitigar sus impactos.
La misión EZIE consta de tres CubeSats, cada uno del tamaño de una maleta de mano, que orbitan la Tierra en formación. Estos pequeños satélites observarán los electrochorros desde 550 kilómetros de altura, utilizando instrumentos especializados para mapear su estructura y evolución. Gracias a un desfase de 2 a 10 minutos entre cada CubeSat, los científicos podrán analizar los cambios temporales de estas corrientes en tiempo real.
Cada satélite está equipado con un Magnetograma de Electrochorros de Microondas, un instrumento que detecta el efecto Zeeman en las moléculas de oxígeno. Este fenómeno permite medir la fuerza y dirección de los campos magnéticos generados por los electrochorros. La tecnología, desarrollada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, se basa en innovaciones previas utilizadas para estudiar la atmósfera terrestre, adaptadas ahora para esta misión pionera.
Los electrochorros fluyen a altitudes que resultan difíciles de estudiar directamente, ya que están fuera del alcance de globos científicos y demasiado bajos para satélites convencionales. EZIE supera esta limitación mediante un enfoque innovador que permitirá obtener mediciones precisas en una región clave de la ionosfera. Según Larry Kepko, científico principal de la misión, "EZIE es la primera misión dedicada exclusivamente a estudiar los electrochorros y lo hace con una técnica de medición completamente nueva".
Un aspecto destacado de EZIE es su componente educativo y colaborativo. La misión incluye la participación de científicos ciudadanos, quienes recopilarán datos del campo magnético desde la superficie terrestre. Estudiantes y voluntarios en todo el mundo recibirán kits de magnetómetros EZIE-Mag, lo que permitirá comparar las mediciones obtenidas desde el espacio y la Tierra, fomentando la educación científica y la participación pública en investigaciones de vanguardia.
El lanzamiento de EZIE se ha programado durante el máximo solar, un periodo del ciclo solar caracterizado por una mayor actividad solar, lo que incrementa la intensidad y frecuencia de los electrochorros. Esta sincronización estratégica permitirá a los científicos recopilar datos durante un periodo de alta actividad geomagnética, maximizando el valor científico de la misión. La nave espacial fue lanzada a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California.
Además, EZIE trabajará en conjunto con otras misiones de heliofísica de la NASA, como PUNCH, que estudia cómo el material de la atmósfera solar se convierte en viento solar. Esta colaboración proporcionará una visión más completa del sistema Tierra-Sol, fundamental para entender los procesos que afectan el entorno espacial terrestre.
El éxito de EZIE representa un avance significativo en el estudio del clima espacial, abriendo nuevas posibilidades para monitorear y predecir fenómenos que pueden afectar la vida en la Tierra. Gracias a su innovador uso de CubeSats y técnicas de medición avanzadas, esta misión demuestra que se puede obtener ciencia de alta calidad de manera rentable, marcando un precedente para futuras investigaciones en heliofísica y exploración espacial.
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