Recientemente, la colaboración del Telescopio Cosmológico de Atacama (ACT) ha presentado las imágenes más detalladas y precisas del universo primitivo, tomadas con una claridad nunca antes alcanzada. Estas imágenes muestran el fondo cósmico de microondas (CMB) observado solo 380,000 años después del Big Bang, revelando el nacimiento de las primeras estructuras cósmicas.
El ACT ha demostrado su notable capacidad al superar las imágenes previas del telescopio Planck, proporcionando una resolución cinco veces mayor y una sensibilidad mejorada. Estas nuevas imágenes de polarización muestran cómo el hidrógeno y el helio se movían a través del espacio primitivo, configurando la base para la formación de las primeras galaxias y estrellas.
Los nuevos mapas muestran la radiación emitida por el universo joven, permitiendo a los científicos visualizar la estructura del cosmos primitivo con una precisión asombrosa. Esta información es crucial para entender los primeros momentos del universo, cuando los gases primordiales fueron atraídos por la gravedad, dando paso a la formación de los primeros cuerpos celestes.
La directora del ACT, Suzanne Staggs, destacó la importancia de estas observaciones al señalar que no solo se ha observado la luz, sino también su polarización. Esta diferencia es clave para profundizar en la dinámica del universo primitivo y comprender cómo se formaron las primeras estrellas y galaxias.
Estos avances también ofrecen una visión renovada sobre el modelo cosmológico estándar, descartando muchas teorías alternativas que intentaban explicar la expansión del universo de manera distinta. Gracias a estas imágenes, los científicos pueden verificar que el modelo actual se mantiene robusto frente a las nuevas evidencias obtenidas.
Las mediciones del ACT no solo ofrecen detalles sobre la estructura cósmica, sino que también permiten estudiar aspectos clave como la constante de Hubble, la cual indica la velocidad de expansión del universo. Esta nueva información proporciona una medición precisa, resolviendo la discrepancia que existía entre las diferentes estimaciones obtenidas a través de otros métodos.
Con más de cinco años de observaciones, el ACT ha logrado recopilar datos sin precedentes, superando la sensibilidad de otros telescopios y proporcionando información valiosa para entender la evolución del universo desde sus primeros momentos.
En resumen, las nuevas imágenes del ACT abren una ventana hacia el pasado cósmico, permitiendo a los científicos observar los primeros pasos del universo y brindando pistas sobre los procesos que dieron lugar a la compleja estructura que observamos en la actualidad.