La misión Fram2 establecerá un nuevo precedente para la humanidad al convertirse en el primer vuelo espacial tripulado en órbita polar. Con una inclinación de 90 grados, esta trayectoria permite observar las regiones más remotas y menos exploradas del planeta desde el espacio. Hasta hoy, ningún vuelo humano ha alcanzado estas latitudes, lo que convierte a Fram2 en una empresa pionera a nivel científico y tecnológico.
Programado para lanzarse desde el Complejo 39A del Centro Espacial Kennedy, el vuelo utilizará un cohete Falcon 9 para poner en órbita a una nave Dragon con una tripulación de cuatro personas. La misión tendrá una duración de aproximadamente cuatro días, tiempo en el que la nave sobrevolará la Tierra de polo a polo, generando imágenes inéditas y datos valiosos para múltiples campos de investigación.

Al mando estará Chun Wang, empresario y explorador maltés, acompañado por Jannicke Mikkelsen, directora de cine noruega especializada en tecnología extrema; Rabea Rogge, investigadora alemana en robótica aplicada a entornos hostiles; y Eric Philips, experimentado guía polar australiano. Cada integrante encarna el espíritu explorador de la misión y aporta habilidades únicas para enfrentar los retos de una órbita tan singular.
La misión Fram2 no solo orbitará los polos, también impulsará la ciencia y la educación. En alianza con el Centro Universitario de Svalbard, se llevará a cabo el proyecto SolarMaX, centrado en captar fenómenos aurorales de alta altitud, como las emisiones tipo STEVE. Las imágenes serán liberadas como base de datos abierta para científicos y ciudadanía global.
Además, se realizarán iniciativas educativas como Fram2Ham, una actividad para radioaficionados de todo el mundo, y The Blue Marble Project, en la que estudiantes de Europa verán sus preguntas respondidas por la tripulación en tiempo real desde el espacio. Estas propuestas fortalecen el puente entre exploración científica y participación pública.

También se llevarán a bordo artefactos simbólicos, como una pieza del histórico barco Fram —la misma embarcación que inspiró el nombre de la misión—, una medalla de Otto Lilienthal, pionero de la aviación, y la Medalla Stephen Hawking a la Comunicación Científica. Estos objetos refuerzan el carácter cultural, científico y humanista de la expedición.
Durante ocho meses, la tripulación se sometió a una intensa preparación que incluyó entrenamiento en microgravedad, simulacros de emergencia, prácticas de navegación orbital y supervivencia en ambientes extremos. Una expedición en Alaska formó parte de los ejercicios de cohesión y adaptación psicológica previos al vuelo.
Fram2 no solo romperá récords, también expandirá nuestra visión del planeta desde sus regiones más olvidadas. Su verdadero legado será haber tejido, en una sola misión, historia, ciencia y espíritu humano para mirar la Tierra desde sus extremos más ocultos.