19 Jan 2025 - 12:40 UTC

Según el neumólogo Reza Ronaghi limpiar restos de incendios forestales en Los Ángeles es peligroso

Los incendios forestales recientes en Los Ángeles han dejado no solo destrucción, sino también peligros ocultos en el aire, las cenizas y los escombros. La exposición a estos materiales puede tener consecuencias graves para la salud, tanto a corto como a largo plazo. Aquí te explicamos los riesgos y cómo protegerte.

382

/

3 min lectura

Aldo Venuta Rodríguez
Dos bomberos en acción apagando un incendio entre escombros, usando mangueras de agua y equipo de respiración autónoma en un ambiente lleno de humo.

Los devastadores incendios forestales en Los Ángeles han arrasado cientos de hogares, dejando a miles de personas expuestas a peligros invisibles. Según Reza Ronaghi, neumólogo de la Universidad de California, las cenizas y el humo de los materiales quemados pueden contener metales pesados, compuestos tóxicos y partículas peligrosas que representan un riesgo significativo para la salud.

"No se trata de un incendio común", afirma Ronaghi. "Los materiales artificiales de las casas, como electrodomésticos, techos y productos químicos, liberan toxinas que pueden tener efectos duraderos". La falta de orientación adecuada para los residentes sobre cómo protegerse al regresar a sus hogares ha alarmado a expertos en salud pública.

Peligros ocultos en el humo y las cenizas

El humo de los incendios forestales, especialmente en áreas urbanas, contiene una mezcla compleja de gases tóxicos y partículas finas. Materiales como plástico, amianto y compuestos orgánicos volátiles liberan sustancias como plomo, benceno y formaldehído, que pueden causar desde irritaciones respiratorias hasta efectos a largo plazo, como problemas cardiovasculares y cáncer.

Un estudio tras el incendio Camp Fire en 2018 descubrió concentraciones anormalmente altas de plomo en las cenizas, una evidencia de los riesgos que los incendios urbanos representan para la salud. Además, investigaciones recientes sugieren que los gases tóxicos pueden ser absorbidos por los textiles y materiales de construcción, prolongando la exposición durante semanas después del incendio.

Precauciones esenciales al limpiar

Los expertos recomiendan que cualquier persona que regrese a áreas afectadas por incendios tome medidas estrictas de protección. Estas incluyen el uso de mascarillas N95 o respiradores con filtro de partículas, gafas de protección, guantes y ropa de manga larga. Es importante lavar esta ropa inmediatamente después de usarla para evitar contaminar otras áreas.

Durante la limpieza, es crucial usar aspiradoras con filtro HEPA y limpiar todas las superficies con paños húmedos para eliminar partículas y gases tóxicos. Las superficies porosas, como sofás y colchones, pueden retener contaminantes y, de ser posible, deben reemplazarse. Además, el uso de filtros de aire con carbón activado puede reducir los niveles de compuestos peligrosos en el interior de las viviendas.

Impacto a largo plazo y prevención

Los efectos de la exposición al humo y las cenizas no se limitan a problemas inmediatos como irritaciones o dolores de cabeza. Investigaciones sugieren que estas toxinas pueden provocar inflamación pulmonar, problemas cardiovasculares e incluso riesgos de cáncer con el tiempo. Por ello, protegerse durante la limpieza y reducir la exposición son medidas esenciales para preservar la salud.

Además, las autoridades de salud pública deben garantizar que los residentes reciban información adecuada sobre los riesgos y cómo manejarlos. "No solo estamos limpiando los restos visibles de un incendio", afirma Ronaghi, "sino también enfrentando peligros invisibles que podrían afectar nuestra salud durante años".