Los microplásticos no se quedan en las bahías de Texas: un nuevo estudio revela que están siendo arrastrados al mar

Un estudio revela que los microplásticos de las bahías de Texas no se acumulan en el fondo, sino que terminan en mar abierto, con consecuencias ambientales globales

Un estudio revela que los microplásticos de las bahías de Texas no se acumulan en el fondo, sino que terminan en mar abierto, con consecuencias ambientales globales

3 min lectura

Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Mapa del sistema de la Bahía de Matagorda en Texas con círculos rojos y azules que indican la distribución de microplásticos
Distribución de fibras y fragmentos de microplásticos en la Bahía de Matagorda, Texas, según el tipo y cantidad por punto de muestreo. Crédito: Bailey et al. / Environmental Science & Technology (2025)

Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Texas en Austin ha revelado que los microplásticos presentes en las bahías de Texas, como la de Matagorda, no se están acumulando en los sedimentos, sino que son arrastrados hacia el Golfo de México. Publicado en *Environmental Science & Technology*, este hallazgo ofrece una visión más preocupante del destino de estos contaminantes y sugiere que podrían tener un alcance mucho más amplio de lo esperado.

“Lo sorprendente no fue cuántos microplásticos encontramos, sino cuán pocos”, explicó Cornel Olariu, profesor de la Escuela Jackson de Geociencias y coautor del estudio. A diferencia de otros ecosistemas marinos del mundo donde los microplásticos se acumulan en el fondo, las muestras de sedimentos tomadas en 122 puntos mostraron una densidad mucho menor de partículas.

Mano sujetando una cápsula de Petri con fragmentos visibles de plástico y fibras recogidas de sedimentos
Fragmentos plásticos y residuos recogidos de sedimentos marinos durante un estudio sobre microplásticos en la costa texana. Crédito: Instituto de Geofísica / Universidad de Texas

Esto indica que, en lugar de quedar atrapados en la bahía, los microplásticos se dispersan rápidamente hacia el océano abierto, lo que los convierte en una amenaza móvil para la vida marina, aves migratorias y eventualmente los humanos. La combinación de baja densidad del plástico y condiciones ventosas y poco profundas en estas bahías favorece que los contaminantes sean removidos y expulsados al mar.

El autor principal del estudio, William Bailey, está utilizando estos datos para desarrollar un modelo de transporte de microplásticos, con el objetivo de predecir hacia dónde podrían dirigirse en los sistemas costeros. Este trabajo es parte del emergente campo de la sedimentología ambiental, que trata los microplásticos como si fueran granos de sedimento, examinando su origen, movilidad y destino.

Investigador en una embarcación sosteniendo un tubo con muestras de sedimento marino extraído de la bahía
William Bailey, autor principal del estudio, muestra un núcleo de sedimento extraído de una bahía texana, utilizado para el análisis de microplásticos. Crédito: William Bailey

Las muestras recolectadas incluían fragmentos y fibras que no mostraban correlación clara con el tamaño del grano, contenido orgánico ni profundidad del agua. Esto sugiere que los microplásticos responden a dinámicas diferentes de los sedimentos naturales, complicando su seguimiento.

La Bahía de Matagorda alberga además una fábrica de plásticos que produce los llamados nurdles, pequeñas bolitas que sirven como materia prima para productos plásticos y que se encontraron con mayor frecuencia en áreas cercanas a tierra. Sin embargo, su distribución no sigue patrones fáciles de predecir, lo que refuerza la necesidad de más investigación y monitoreo sistemático.

El estudio destaca la falta de métodos estandarizados para medir microplásticos en ambientes naturales, lo cual obstaculiza los esfuerzos para establecer políticas ambientales eficaces. Para Jace Tunnell, fundador de Nurdle Patrol, esta investigación es fundamental: “Si nadie mide estos datos, nunca podremos afirmar que hay un problema. Pero si lo documentamos, podemos empezar a buscar soluciones”.

El equipo subraya que aunque el bajo nivel de microplásticos en el fondo de la bahía podría parecer una buena noticia, en realidad es un indicador de un problema más amplio: la contaminación plástica es dinámica y está en movimiento, escapando de los sistemas locales para convertirse en un desafío global de difícil contención.

Referencias: Environmental Science & Technology - DOI: 10.1021/acs.est.4c12622

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Recibe el boletín de Iceebook

Las noticias más importantes del planeta, ciencia, espacio y tecnología, directamente en tu bandeja de entrada. Sin ruido, solo lo esencial.

Preguntas frecuentes

💬 Que no se acumulan en los sedimentos, sino que son arrastrados al mar abierto.
💬 Por su baja densidad y las condiciones ventosas y poco profundas de la bahía.
💬 Que los microplásticos pueden dispersarse fácilmente y afectar a la fauna marina y humana.
💬 Un campo que estudia los microplásticos como sedimentos para entender su transporte y acumulación.

Continúa informándote

Agujero negro supermasivo en el espacio
Espacio

Una misión espacial revela que los agujeros negros expulsan vientos “en forma de balas” con energía descomunal

Un estudio internacional demuestra que los vientos de agujeros negros supermasivos se fragmentan en corrientes ultrarrápidas de gas, multiplicando su impacto en galaxias

Equipo científico trabajando en Space Forge
Espacio

Space Forge logra la mayor financiación espacial británica para fabricar materiales en órbita

Space Forge consigue la mayor financiación Serie A del sector espacial británico para revolucionar la fabricación de materiales avanzados en el espacio

Interior caliente de la Luna y vulcanismo hace miles de millones de años
Espacio

La gravedad desvela los misterios del interior de la Luna y Vesta, según estudios de la NASA

La NASA desvela cómo la gravedad revela diferencias profundas en la estructura de la Luna y el asteroide Vesta, aportando pistas clave sobre la evolución planetaria

Tornado en campo abierto
Tecnología

Inteligencia artificial revoluciona la gestión de desastres y la respuesta ante daños provocados por tornados

Investigadores de Texas A&M desarrollan un modelo de IA capaz de evaluar daños y estimar la recuperación tras tornados en solo una hora, facilitando respuestas rápidas

Pradera marina
Ciencia

Fósiles revelan que la pradera marina más grande de Florida resiste la degradación ambiental

Científicos confirman que la mayor pradera marina del Golfo de Florida se ha mantenido sana durante milenios gracias al análisis de fósiles marinos

Cabra montesa en un ecosistema alpino
Ciencia

El cambio climático no está causando extinciones masivas en ecosistemas montañosos, según nuevos datos

La mayoría de las especies montañosas resiste el cambio climático sin extinciones masivas, según un estudio global que desmonta la “escalera hacia la extinción”.

Fragmento de hielo sostenido por una mano enguantada, con fondo nevado y sin pala visible
Ciencia

El aire más antiguo del planeta: descubren en la Antártida un fósil de burbuja de 5 millones de años

Una burbuja de aire atrapada en el hielo antártico durante cinco millones de años revela claves sobre el clima pasado y el futuro de los océanos

Paneles solares
El Mundo

Dispositivos de comunicación ocultos en inversores solares chinos generan alarma por riesgos en la red eléctrica

Se detectaron radios ocultos en inversores solares chinos, desatando temores de ciberataques y riesgos en la red eléctrica de EE.UU. y Europa

Simulación de impacto en Marte
Espacio

Descubren cómo los eyectados de cráteres en Marte revelan la presencia de glaciares y capas ocultas bajo la superficie

Un nuevo método revela que el análisis de los mantos de eyección de cráteres permite identificar glaciares y estructuras bajo la superficie marciana

Mapa del supercontinente Pangea Última proyectado a 250 millones de años
Planeta Tierra

Científicos revelan el mapa del supercontinente que dominará el planeta en 250 millones de años

Según los geólogos, los continentes volverán a fusionarse en unos 250 millones de años formando Pangea Última, un supercontinente con clima extremo y escasas zonas habitables